Cuando tienes hijos, hay momentos en los que te preguntas si el comportamiento de tu hijo es normal o si hay algo que va mal.
Los niños, que están en construcción, no saben expresar con palabras qué es lo que les ocurre, sin embargo, suelen mostrar señales que ponen en alerta a los padres:
ataques de ira, rabietas muy intensas, pesadillas o insomnio, retrasos en el desarrollo del habla, dificultad para controlar esfínteres, timidez excesiva, retraimiento, cambios bruscos en el estado de ánimo, tristeza, impulsividad, …
Cuando tu intuición de madre o padre te dice, que hay algo “raro”, algo que sientes que no va bien, es importante buscar ayuda profesional para poder trabajar con el niñ@ y ayudarle a procesar esa angustia que está sintiendo.
¿Y qué situaciones habría que revisar?
? Comportamientos desafiantes o agresivos
? Rabietas desbordantes
? Celos de un herman@
? Dificultades de aprendizaje
? Problemas a la hora de comer
? Dificultad para gestionar sus emociones
? Duelo (cambio de residencia o muerte de un familiar)
? Separación de los padres
? Inseguridad en su capacidad y falta de autoestima
? Dificultad en el control del pipí y de la caca
? Miedos limitantes
? Pesadillas nocturnas
? Insomnio
Si a tu hijo o hija le sucede algo de esto, es señal de que internamente hay alguna idea o emoción que no está sabiendo gestionar, y es importante ayudarle a sacarla para que se encuentre mejor, y su comportamiento mejore.
A muchas mamás y papás les preocupa cómo pueda vivir el niño la terapia infantil, y sin embargo, en nuestra experiencia, ellos lo hacen de una forma muy natural.
Los niños que han pasado por nuestra terapia infantil venían súper contentos a jugar con Guillén y a contarle “sus cosas”.
Para ellos es una actividad divertida en la que pueden expresarse libremente a través del juego, la música y la expresión corporal, el cajón de arena, la plastilina y los dibujos, y así sacar las cuestiones que les preocupan.
Y con la ayuda de Guillén, van jugando y trabajando para que el niño entienda lo que sucede y para que pueda procesar lo que le sucede.
Antes de comenzar a trabajar con un niñ@, hay que hacer un trabajo previo con los padres con la finalidad de recoger toda la información posible sobre el motivo de consulta, para después valorarlo y elaborar la forma de trabajo concreta que se realizará con el niño o niña y/o con los padres.
En muchas ocasiones, la terapia se realiza simplemente con los padres, se revisa como es el estado general familiar, las rutinas, la forma de poner limites, y se les orienta para gestionar situaciones como las rabietas, los celos o los miedos, y en poco tiempo, con estas nuevas indicaciones, el comportamiento de los niños cambia totalmente.